9. El merendero
El nombre de este sitio no es fruto de la casualidad, sino de la lógica. Durante las tardes de verano, cuando hay sombra, la frescura de la montaña y el río se apropian de este rincón, convirtiéndolo en el lugar ideal para la merienda.
Aquí volvemos a encontrar un mural de naturaleza muy parecido al de la Cascada, pero con otro elemento decorativo: el bambú.
Lo más destacable y anecdótico es la separación entre la mesa, imitación de madera, y el banco y los asientos en forma de seta, que no nos resultarían muy cómodos. Si nos sentamos, podremos comprobar que no llegaríamos a tomar la merienda.
Esto se debe en parte a la indumentaria utilizada por las señoras de aquella época, a principios del s. XX: trajes pomposos y que necesitaban de cierto espacio. Y también debido al estilo de vida de la burguesía por aquel entonces. Los Artigas eran una familia adinerada y podían permitirse el lujo de tener criados que les sirvieran todo lo que les hacía falta de la mesa.
Situándonos mirando al merendero, a la derecha vemos un pequeño escalón, que servía como banco para los niños, y las escaleras que nos llevan al Rincón del Pescador, un pequeño balcón sobre el río para los amantes de la pesca, actividad con mucha tradición en esa zona.
Si nos damos la vuelta, situándonos de espaldas al merendero, encontramos el Puente de los Arcos.
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Servicios incluidos9. El merendero
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Servicios no incluidosAcceso personas movilidad reducidaAire acondicionadoAscensorSecadorBar / CafeteríaBarbacoaCalefacciónServicio desayunoSe aceptan animales de ayuda / asistenciaPago con tarjeta de créditoServicio desayuno y almuerzo o cenaLugar céntricoParquing propioPiscinaPlanchaTelevisorZona WifiJardín / zonas verdesParque infantilChimeneaSpaSalón de convencionesLavadora / lavanderíaTeléfonoTerrazaSe aceptan animales domésticos