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Nuestra gastronomía
La cocina del Berguedà es un magnífico y sorprendente exponente de la cocina catalana de interior.
Como afirmaba el escritor catalán Josep Pla, “La cocina de un país es su paisaje puesto en una cacerola». La singularidad de nuestra comarca nos ha permitido conservar cultivos de montaña desconocidos en otras zonas de Catalunya, como el pèsol negre (guisante negro ) o el blat de moro escairat (maíz). La importancia de las setas y la calidad de los productos cárnicos también caracterizan nuestra gastronomía.
Os invitamos a degustar todos estos productos, ya sea en alguno de los establecimientos de restauración o si lo preferís, también los encontraréis en las tiendas del pueblo.
Seguro que no os dejarán indiferentes.
La carne y los embutidos
La carne de ternera de montaña es de pasto, lo cual significa que el ganado nace y crece al aire libre, en los prados y bosques del Berguedà y sin ningún método de engorde artificial.
Los pollos de payés son criados en gallineros al aire libre, sin prisas y alimentados con maíz, tal como lo han hecho siempre las amas de casa del Berguedà.
Los embutidos se elaboran de manera artesana y siguiendo la receta tradicional, transmitida de generación en generación, con los mejores ingredientes y sin aditivos artificiales. Hay de todo tipo como por ejemplo el fuet, la longaniza, el bull blanc, el bull negre, la butifarra blanca y la negra, entre otros.
Las setas
El Berguedà es una de las comarcas con mayor tradición de ir a buscar setas, gracias a su situación privilegiada, la climatología y sus bosques. Ir a buscar setas es sinónimo de andar y disfrutar de la naturaleza y de los paisajes únicos que nos ofrece el otoño.
Las setas se pueden consumir frescas, secas y confitadas, y se cocinan de múltiples maneras, también según las variedades. El níscalo, el más popular, está delicioso a la brasa con un simple picadillo de ajo y perejil, la negrilla guisada o en sopas; los ceps, deshidratados después de cortar-los en láminas finas; y la múrgula, cocida antes de añadirla a los guisos.
En plena temporada, encontraréis diferentes propuestas culinarias en las cartas y menús de nuestros restaurantes.
El alioli de membrillo
Se trata de una salsa espesa de color amarillo, muy adecuada para acompañar carnes e ideal para saborearla sobre una buena rebanada de pan tostado.
El membrillo es una de las pocas frutas bien adaptadas a las bajas temperaturas de montaña, propio del otoño. Es un producto muy nutritivo e incluye ingredientes muy beneficiosos para nuestro organismo como son el ajo, el membrillo y el aceite de oliva.
Por lo tanto, es una salsa de otoño-invierno, contundente y singular que aporta un contraste de sabores: la dulzura del membrillo y la intensidad del alioli de oliva, mezclado con otros ingredientes como la manzana, el pan tostado y emborrachado en moscatel, un buen pellizco de sal, un huevo y unas gotas de vinagre.
En La Pobla de Lillet, alrededor del primer sábado de diciembre le dedicamos toda una jornada.
El guisante negro
El guisante negro es un producto autóctono y típico del Berguedà. No obstante y a pesar de su alto valor gastronómico, no es demasiado conocido ni reconocido, ya que su cultivo es complicado y no permite producciones altas debido a las condiciones meteorológicas que requiere.
El grano en crudo es de un color verde grisáceo, pero una vez cocido cambia a un color entre marrón y negro, de donde tiene origen su nombre. Su textura cuando está cocido es fina y de gusto dulce, profundo y aromático.
Se suele cocinar guisado o salteado con carne de cerdo, aunque permite muchas preparaciones innovadoras.
El blat de moro escairat
La variedad de maíz que se conoce como blat de moro escairat tiene un color blanco característico que se consigue mediante el proceso de escairar, que no es otro que pelar o quitar la piel al cereal, proceso que se lleva a cabo en molinos especializados.
Se obtiene de la manipulación de una variedad antigua de maíz que se cultiva en el Alt Berguedà, cuyo origen se desconoce. Antes de ser consumido, es necesario poner el grano en remojo el día anterior y lavarlo en agua abundante antes de cocerlo. La tradición de comer el caldo de blat de moro escairat el día de Navidad en la comarca del Berguedà, ha garantizado la continuidad.
Se puede adquirir el maíz en tiendas de la comarca y ya cocinado en varias tiendas de venta de grano cocido. Aunque la época de cosecha va de julio hasta mediados de agosto, se puede comprar todo el año, ya que se conserva bien.
Las patatas enmascaradas
Las patatas enmascaradas son un plato tradicional de la cocina catalana de montaña.
Se trata de un plato que cocinaban antiguamente los campesinos después de la matanza, para aprovechar la sangre y la casquería del cerdo.
Las patatas enmascaradas se elaboran con una variedad de patata negra de primera calidad, que se cultiva en lugares de altura y es típica de nuestra comarca.
La tradición es acompañarlas con un torrezno, a pesar de que se trata de un producto que permite combinaciones más innovadoras.
La mejor época para comerlas es en invierno, por su consistencia y aporte calórico.
El vino tinto es un buen acompañamiento, junto con un pan de payés, ensalada de escarola y col confitada.
